Reflexiones desordenadas

COMPARTIENDO IDEAS

Reflexiones desordenadas

El grupo de reflexión Construyendo Sentido intenta tejer pensamientos en un juego de creatividad colectiva, para entender la nueva realidad política en la que estamos. Análisis, poesía y preguntas. Todo vale.

Texto: Construyendo Sentidos

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Ilustración: Diego Abu Arab

¡QUÉ DESORDEN!

No veo nada; todo un solo despelote, una masa de kilombo hecha de montones de cosas. Muchas cosas en un todo desordenado. No veo nada, veo un todo caótico. Pero, sin embargo, veo. Me veo no ver. Y entonces, cuando me veo no ver nada, justo ahí veo, me veo, me encuentro… Estoy desorientada, pero no perdida porque estoy ahí. Veo nada; difícil visión esa.

Tampoco escucho nada, me siento aturdida… gritos, gestos amenazantes, gestos obscenos, palabras feas, palabras piña. Aturdimiento, caos auditivo.

Si alguien me preguntara, como el criado de Kafka, ¿adónde va señora?, le diría como él “fuera de aquí, sólo fuera de aquí. Fuera de aquí, nada más: es el único modo de que alcance mi objetivo”. Y si aun así me preguntase, como lo hizo el criado de Kafka: “¿conoce usted su objetivo?”, le diría como él: “Te lo acabo de decir. Fuera de aquí: ese es mi objetivo”. El criado no escuchaba el sonido de la trompeta que lo atraía hacia ese lugar adonde iba, quizás mi potencial interlocutor imaginario tampoco, porque estaba en el mismo lugar que yo, igual que yo antes de verme, cegado y aturdido. Quizás en medio del caos, lo peor de todo sea que no haya ese que nos pregunte, que nos haga sentir que somos seres humanos en el medio de la selva, pero seres humanos, ni perros, ni gatitos, ni leones, ni ratas.

Si alguien se pregunta qué lugar es ése, fuera de aquí, quizás podría pensar que es ningún lugar. Ése es el nombre de la utopía, en sentido estricto, etimológico. Como dice Galeano, das un paso, ella se aleja dos… por eso permite caminar viendo el horizonte, caminar a algún lugar al que cuando se llegue deje de serlo; el horizonte es vacío. Sólo se inventa sobre el vacío. Quizás a estas alturas sea bueno citar a Wilde que aconsejó que cuando creamos que llegamos a la tierra de los sueños, deberíamos volver a fijar la vista en el horizonte más lejano e izar de nuevo las velas. Quizás creímos que habíamos llegado…

Arriba las velas, los tambores, las cacerolas, los cantos. Pero una cosa, hagamos música; ruido hacen ellos. Y eso aturde.

NO VALE QUE NOS MATEN

Hablar de la derrota y preguntarnos: ¿hace cuánto estamos derrotados? Hace cuanto venimos cediendo, dejando el lugar de la alegre rebeldía a la derecha más conservadora. Asumir la derrota y reinventarse con otres, buscando un refugio desde donde reconocerse, volver sobre los sentidos, construirlos, desarmar y volver a armar.

¿Qué tenemos que aprender? ¿Qué no supimos escuchar? ¿Por qué no estamos nosotros representando la rabia? Que incomodo resultó ser gestión y ser oposición, ¿acaso es una convivencia posible? Asumir las contradicciones, las incomodidades y caer en la cuenta de que nos expropiaron las palabras y ya no representamos la rebeldía ¿Cuándo fue que dejamos el espacio para que sean expropiadas las palabras? ¿Cuándo fue que dejamos de pronunciarlas y de hacerlas vivir?

Trazar la línea, un código de convivencia, una regla universal: “No vale que nos maten”.

RESISTIENDO

Hay que zafar del facilismo

De la inútil protesta soterrada,

Salir a bochinchear a hacer barullo.

No permitir,

Que el desánimo nos gane por paliza

Que este desatino sea el destino.

Luchemos todos,

Contra esta adversidad que nos hostiga

Resistiendo en las calles

alzando las pancartas

No han de quedar impune los tiranos

Si el pueblo lleva en alto las banderas.

ALEATORIO

En estos momentos aciagos para el movimiento popular, se podría buscar una profunda reflexión colectiva y así lograr comunes denominadores constructores de sentido. Podríamos crear un espacio regular, donde voluntades, iniciativas y pensamientos de una base social que siente desamparo y desesperación por el horizonte posible, se sienta partícipe. Lo público, con mala prensa y donde muchas personas no lo toman como propio, es fundacional al sentido de comunidad. El poder actual, con sentido hegemónico, quiere poseer, vender y prohibir su uso, castigar protestar y lograr que la reacción demore lo más posible, concretando, así, avanzar, nuevamente, hacia estructuras de difícil desarme.

Propongo crear la punta de un ovillo, un gran espacio colectivo asambleario, donde todos sean escuchados, donde la horizontalidad sea el camino, donde nadie se sienta masa sino individuo.

Existen pequeños nuevos ámbitos de discusión, pienso que es el camino a transitar, pero podrían realizarse en espacios públicos: Plazas, anfiteatros, de manera regular, construyendo un organismo social nuevo y vivo.

No será posible prohibirlo, ni negar su existencia. Al estar activa la acción colectiva, podría generar un movimiento original, auténtico y orgánico que presente temas nuevos de reflexión, que necesitemos trabajar y modificar. Es una propuesta de acción, no un trabajo introspectivo. Al contrario, al estar activos creando un nuevo volumen participativo, haría concientizarnos que lo colectivo es necesario para construir el mejor vivir. Sumar al otro es la pelea que debemos poner en el tapete, un nuevo movimiento, creativo en temas actuales, participativo y horizontal.

Tenemos la posibilidad, la nueva cobija que nos contenga, estructuras nuevas y con la consciencia de lo colectivo como nuevo norte.

TENSIONES EN EL CHARCO DE NARCISO PERONISTA

Tanto tiempo trabajando para que no hagan olas, y ahora todo se mueve ahí abajo.

Prestidigitación de argumentos a favor de las injusticias y la correlación de fuerzas.

Ahora, hay más esperanzas en el sufrimiento y en la bronca, que en las razones.

La impotencia tacha el reflejo de la cara bonita de la política maquillada con encuestas y sondeos. Tan institucionalizada, tan correcta.

Y ahora

hambre, los otros

palos, los otros

¿y antes?

peor va a ser ahora

¿Cuándo empezamos a enmudecer de forma tan ensordecedora?

Si quizás aprendamos a decir escuchando porqué no, talvez, odiar amando.

La comunidad rota, un nosotros demasiado enclenque,

Romper también el supuesto consenso.

¡yo no estoy de acuerdo!

Interpretar/interpelar en la intemperie.

iniciativas políticas donde guarecernos

nido frágil de tensiones creativas

una ronda

una pausa

una escucha, un brote

Narciso peronista espera que se calmen las aguas,

para poder volver a verse amar al pueblo y vencer al odio

Mientras tanto

hambre, los otros

palos, los otros

¿y las calles?

¿metáforas y metonimias?

¿y la historia?

¿oxímoron y tautologías?

¿y el horizonte?

¿los otros y los deseos de primavera?

APRESURADA

Estos tiempos vinieron a abrir heridas y profundizar diferencias. Para quienes tenemos años recorridos y vividos, sabemos que no puede terminar bien nada que este gobierno neoliberal proponga. Hoy volví a encontrarme con el libro de Silvia Bleichman, No me hubiera gustado morir en los 90. Confío que, como ella, llegaremos a ver un nuevo amanecer sin una dignidad expropiada, con códigos que nos enaltezcan y sueños colectivos realizados.

CONSTRUYENDO OTROS MUNDOS

Si es necesario profundicemos la grieta… la de las ideas diferentes, no busquemos la unidad, no busquemos la conciliación. Si defendés y liberas genocidas, yo estoy del otro lado, si alentás la represión a la protesta social, yo estoy del otro lado, si estás de acuerdo con contaminar los ríos, yo estoy del otro lado, si elegiste que el “libre mercado” regule la vida, yo estoy del otro lado, si el sufrimiento del otre no te conmueve, yo estoy del otro lado… si votaste la formula Milei-Villaruel, yo elijo profundizar la grieta, y me quedo de este lado, disputando los sentidos, construyendo otros mundos posibles.

CULTIVAR LA TRAMA

Conversar sobre los innegociables cuando se pone en juego la vida… ¿Qué es aquello que nos humaniza? ¿Qué es Aquello que vamos a cuidar, que no queremos ceder? Elegimos trazar la línea de los cuidados colectivos. Apostar a entramarnos, a Cultivar la trama. Dedicarnos a visibilizar, reconocer, nutrir, sanar la trama comunitaria, ir al encuentro y sostener las cercanías, aprendiendo a gestionar las distancias que nos posibiliten construir lo nuevo integrando las diferencias.

AUTORÍA COLECTIVA: CONSTRUYENDO SENTIDOS

Construyendo Sentidos es un encuentro de reflexión y pensamiento que se reúne semanalmente en la librería «Librerío, remanso de libros nuevos y usados».

A partir de citas y textos seleccionados para cada ocasión, o muchas veces buscados ahí mismo según la conversación, este encuentro de más de una docena de personas desarrolla el viejo, pero siempre novedoso oficio de pensar la realidad de manera colectiva.