HACIA UN FUTURO SIN ETIQUETAS

SER NO BINARIE

HACIA UN FUTURO SIN ETIQUETAS

Carolo es una persona no binaria. Más allá de que esta nota se base en una entrevista individual, representa la voz de muches que no encajan en la mirada de los binarismos. Romper con el sentido común, cuestionar nuestra sociedad y dejar ser. De eso se trata.

Texto: Isidro Alazard

|

Ilustración: Diego Abu Arab

¿Alguna vez nos cuestionamos quiénes somos? No hablo de nuestro trabajo, si elegimos bien nuestros estudios, si estamos en una relación con la persona correcta. No, eso no. Hablo de cuestionarnos nuestro nombre: ¿realmente nos define? Hablo de cuestionarnos nuestra forma de hablar, de vestirnos ¿por qué usamos pantalón en vez de pollera o viceversa? ¿Quién nos enseña a ser como somos? ¿Somos realmente lo que queremos ser?

Es indudable que hay un sistema que se nos instaura desde chicos: o somos nene, o somos nena. Antes de nacer (ya cuando somos nombrados) y después: lo azul versus lo rosado, la pelota versus las muñecas, las armas y los camiones versus la cocinita o el maquillaje. Aunque esto puede ser más flexible hoy en día que hace un tiempo, no deja de estar presente en nuestros días. Me resulta muy difícil imaginar a un padre que regale una muñeca a su hijo, sin que éste se lo pida con mucho entusiasmo.

Pero en la realidad ¿qué pasa si no nos sentimos cómodos dentro del género que se nos asignó? Es decir, ¿qué pasa si pensamos que no pertenecemos (ni queremos pertenecer) al sistema binario de hombre-mujer? Ambas categorías asignadas al nacer teniendo en cuenta nuestros órganos sexuales. Decir que hay una respuesta sería falso, pero sin dudas hay personas que conocen más sobre el tema. Por eso, La Mala entrevistó a Carolo Velando, quien vivió en carne propia muchas de las preguntas anteriores.

– Carolo, ¿qué es ser no binarie?

-Ser no binarie es la respuesta que encontramos las personas que no nos sentimos en comodidad con las etiquetas que nos impone la sociedad acerca de nuestro género autopercibido. Ya la sociedad es binaria de por si, por lo que ser una persona trans ya es difícil de llevar, por las imposiciones y construcciones sociales. Les no binaries queremos o buscamos salir de esa etiqueta y construirnos en base a lo que sentimos, saliendo de las reglas y del sistema que te dice cómo y qué ser, dejando de lado cada estereotipo y cuestiones biológicas y de genitalidad. Buscando crearnos y encontrarnos en casa aspecto.

“Les no binaries queremos o buscamos salir de esa etiqueta y construirnos en base a lo que sentimos, saliendo de las reglas y del sistema que te dice cómo y qué ser”

-¿Qué creés que es necesario para que los binarismos se deconstruyan?

 -Yo creo que todo es una construcción social, entonces yo creo que es necesario empezar a dar a charlas y empezar a visibilizar. Preguntar, consultar la información que hoy en día está un click de distancia. Entonces creo que tenemos que aprender como participes de la sociedad a empatizar. A mirar desde otro lado y entender que las cuestiones identitarias no son algo con lo que se negocia, por lo menos en lo personal. Por ejemplo, tener el documento no binario es un gran avance. Pero también tiene un montón de grises: desde que salió el documento la sociedad también  creó la etiqueta de lo no binario, creó el estereotipo de lo no binario. Pero en realidad si el “problema” es el género, la respuesta NO es el género, o un género más. Es mucho más allá a la lucha, es contra todo un sistema.

-¿Existen complicaciones cuando te empezás a autopercibir de esta manera?

Imagínate si es complejo por una persona trans, que entra dentro del binarismo hombre/mujer, para las personas no binarias es como todo un tramiterío mucho más complejo por una cuestión de que obviamente salimos de cualquier parámetro y etiqueta que nos quieren imponer. Eso hace que se complique mucho más. También ahí entra el lenguaje  inclusivo: hay muy pocas personas que lo utilizan. Yo por ejemplo soy una persona que lo utiliza mucho más cuando estoy rodeade de personas que sé que también lo utilizan, y no me cuesta adaptarme. Obviamente yo también soy no binarie y uso los masculinos y creo que también los uso más que nada por una cuestión de que al mundo le es más fácil adaptarse al binarismo que al lenguaje inclusivo. Entonces en muchos aspectos pasa esto, tenemos que decir “nos adaptamos porque la lucha de las personas no binarias es una lucha que recién se están empezando a poder visibilizar”. Es algo que la sociedad va a tener que ir adaptándose de a poco, como todo. Yo supongo que va a llegar un momento en el que las cosas estén mejor y que la gente pueda respetar, que es lo mínimo que pedimos.

-¿Cómo fue tu transición?

-Yo no tenía mucha información acerca de lo que era ser una persona no binaria pero en el momento que encontré esa definición y conocí a una persona, que es como una referencia para mí y que en ese momento se identificaba con lo no binario, me abrió los ojos en un montón de cuestiones. Cuando yo era muy chiquite (no conocía lo que eran los no binarios) había una mascotita que hacía música en la tele que se llamaba “el topo Gigio”, que era muy conocido, y mi abuelo me ponía los vinilos cuando yo estaba ahí en su casa. Había una canción que decía “quiero ser como mi papá” y redactaba y especificaba qué cosas quería tener del padre: que quería tener bigote, quería ser fuerte, cosas muy específicas y estereotipadas, lo que se le asigna al género masculino. Y yo lo cantaba con mucho sentimiento.

Lo identitario es algo que también se va descubriendo todos los días. No es algo que se mantiene estático. Yo creo que el género se va construyendo a medida que se construye la persona y la persona suele ir cambiando mucho, aprendiendo y dándose cuenta un montón de cosas. Por eso es algo que es totalmente válido que sea como sea. Hay una frase que escuché en algún lado que dice “hay tantos géneros como persona del mundo o hay tantas identidades como personas en el mundo”. Porque cada une se construye como quiere, como siente y como le haga feliz, que es lo más importante.

-¿Y vos pensás que ahora en estos tiempos es más fácil encontrar esa persona, por fuera de los binarismos?

-Yo hice mi transición a los 22 años, hoy día tengo 24. Después de pasar la adolescencia, se vive de otra manera y yo conozco un montón de personas no binarias que también son re chiquis, mucho más jóvenes que yo en este momento. He conocido personas no binarias de 12 años. Y eso es tremendo. Las juventudes, ya vienen con otro chip, con otro pensamiento y mucha más información.

 -¿Qué consejo le darías a alguien que no se siente cómodo con una de las dos etiquetas?

-Y yo creo que el consejo que daría, que es lo que siempre le digo a las personas que capaz se acercan a preguntar o quienes buscan un apoyo (porque creo que es lo más fundamental de la red que tenemos: es una red de referencia y contención), es que se animen a jugar. A través del juego y de ir probando aprendés y te conoces un montón. Probás cosas que capaz te gustan, capaz no. Cambiar tu expresión de género, o no cambiarla, o ¿qué te gustaría ser? ¿qué no? Hacerte esas preguntas. Cómo me gustaría que me digan, capaz tengo un apodo que me gusta más que mi nombre, me gustaría verme así, me gustaría sentirme esta manera, o que me traten de esta otra manera.

-¿Qué importancia hay en tener una red de contención como la que me nombrabas?

– Una red de contención está para apoyarnos entre nosotres, informarnos y compartir vivencias similares.  Sabemos que estamos pasando o pasamos por lo mismo. A mí me ha pasado de ser la primera persona no binaria que conocen varias personas, porque me manejo como en diferentes ámbitos y lugares, y se acercan a preguntarme. Después algunas de estas personas transicionan y se van encontrando.

-¿Cómo se inicia ese camino de autoconocimiento?

-Yo creo que lo primero es preguntarse a une misme, y saber que las respuestas no te van a salir de un día para el otro porque es todo un proceso, es reconocerse. Pero una vez que salen las respuestas, y te das cuenta que son las respuestas que estabas buscando, capaz te dejas de hacer tantas preguntas y empezás a animarte a ser y listo, sin tanto cuestionamiento.

Otro consejo que daría es que no se comparen con nadie. Que no busquen ser como alguien, no busquen tener el mismo proceso que la otra persona, porque cada proceso es único, cada proceso hay que disfrutarlo, cada proceso es con une misme, y es un proceso amor propio hermoso, porque yo creo que cuando no tenés nada en la vida lo último que te queda es lo identitario. Si no le estas siendo fiel a los que sos, es como más compleja la vida, porque reprimir lo que sentís hace que une no pueda ser feliz.

“Cada proceso hay que disfrutarlo, cada proceso es con une misme, y es un proceso amor propio hermoso, porque yo creo que cuando no tenés nada en la vida lo último que te queda es lo identitario”

-Y si tenés que darle consejo a alguien que no acepta que seas no binarie: ¿qué le dirías?

-Yo siempre trato de informar desde donde puedo y desde del respeto, desde el amor, desde lo sano. Yo creo que es totalmente válido también tener otra posición, de no querer explicar o de que ese lugar de “enseñar” no te pertenece. Del otro lado muchas veces hay respuestas que no están tan buenas o directamente no les interesa escucharte, y la verdad es que yo he aprendido a hacer mucho oído sordo a un montón de cuestiones. Opino que es muy importante escuchar la opinión ajena pero ya cuando esa opinión invalida tu identidad o te lastima, creo que no es por ahí.

Le diría a las personas que no acepta todo lo que tenga que ver con las diversidades y los géneros más disidentes, que cada une se siente como se siente, cada une es como es. Por más que haya resistencia del otro lado, de parte de la sociedad, no vamos a dejar de existir, no vamos a dejar de ser lo que somos. Nunca vamos a abandonar la lucha por la visibilidad, y si lo aceptan está bien y si lo niegan también vamos a estar ahí, siempre.

-¿Es un camino difícil?

Yo desde que transicioné, me autopercibo como persona no binaria. Tuve mis momentos en los que en los que dudé en ciertas cosas. Porque hay mucha duda en el medio del proceso, hasta que te empezás a reconocer. Porque empezás a jugar, en el juego también surgen muchas dudas. Hoy sinceramente me siento que estoy en el lugar que siempre necesité estar.

Como conclusión, podría aportar mi opinión. Creo que el desafío es poner en duda verdades naturalizadas, las cuales son opresivas para algunas personas. El género es algo que muchas veces se da por sentado y se vigila permanentemente. Pero para dar lugar a otras posibilidades y demostrar empatía, sólo hace falta preguntar a la persona que es no binarie, con qué pronombres se identifica o simplemente hablarle por su nombre. La tele en blanco y negro ya quedó vieja. Ahora, veamos a color.