Ricardo Luciano
Por la edad que tengo (63) he vivido muchos tiempos turbulentos, desde el gobierno de facto de Onganía, pasando por el regreso de Perón, Isabelita, la nefasta junta militar, Alfonsín y todos los que siguieron hasta ahora.
Me recibí de abogado a los 40 años y no hace mucho que ejerzo. Descubrí con esta hermosa profesión, que nos obliga a estudiar todos los días, que tenemos que comprometernos políticamente, ya sea con nuestra opinión o con la participación efectiva.
Soy crítico, pero aprendí que el quejarse por la queja misma nos hace tristes e intranscendentes. Creo que no tenemos derecho a cancelar a nadie por su pensamiento y creo en el debate respetuoso de ideas.
A los más jóvenes les digo que no tengan miedo en participar, todos somos responsables de lo que nos pasa. Duro es caer derrotado, pero peor es no haberlo intentado.
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El (no) respeto a la ley
En una Democracia lo que tiene que prevalecer es el respeto irrestricto a la Constitución Nacional, a las constituciones provinciales y a las leyes nacionales y provinciales. Pero, diariamente vemos como las autoridades políticas buscan “vericuetos” para incumplir las normas.