¿Quién es Maximiliano Lesik?
Un poco de su historia.
A los 12 años murió su papá, lo que cambió radicalmente su vida y la de su hermano. Fueron criados por sus abuelos. A los 16 años comenzó a construir su casa, que quedó a medio terminar largo tiempo, y cuando terminó la secundaria comenzó a estudiar la carrera de Contador Público en Gualeguaychú, pero su situación económica puso punto final a esa experiencia mucho antes de lo pensado. “No me daba para pagar la facultad, la cuota subía y se hacía imposible. Ante esto, empecé a tirar currículums y a los 18 años entré a laburar en Hermann”, relata a La Mala el concejal radical.
“Mi abuelo era polaco y había llegado a Argentina, a los 5 años, escapando de la guerra. Nuestro apellido era Lesika, pero, como tantos, fue mal anotado cuando llegó al país y quedó Lesik. Él había puesto un aserradero en Villa Paranacito, era carpintero, y después se vino a Gualeguaychú, donde armó una carpintería con mi viejo, donde nosotros vivíamos. Ahí aprendí el oficio, torneaba, hacía artesanías en madera, hacíamos de todo”, relata.
Como las muertes que iban a moldear su destino -hace un par de años falleció su madre y hace cinco su abuela-, la política iba a llegar de manera relativamente temprana a su vida. Por la relación con un preceptor de la secundaria, a los 18 años se afilió a la UCR y no pasó mucho tiempo para que presida la juventud partidaria de la ciudad y se comprometa con la militancia territorial. Todo, en paralelo con el trabajo.
“En Hermann era soldador, ahí se daban lindos debates sobre el sindicalismo y la política. Yo salía de laburar a las seis de la tarde y por ahí me iba al local a alguna reunión o a capacitaciones que se daban constantemente. Era un trabajo duro, mucho frío en invierto y mucho calor en verano. Por eso empecé a estudiar y pude hacer la Tecnicatura en Administración Contable, que era lo que tenía a mano, ese título me costó mucho, también, porque salía los viernes del Parque Industrial y me bajaba directamente en la Escuela 36, donde cursábamos”, recuerda.
“En Hermann era soldador, ahí se daban lindos debates sobre el sindicalismo y la política”
Con los años, el más chico de los hermanos Lesik iba a dar los primeros pasos en un cargo de responsabilidad institucional mayor: a finales del 2019, cubrió por tres meses la suplencia de la secretaria del bloque de concejales de Juntos por Entre Ríos y para la gestión siguiente (segundo mandato del intendente Esteban Martín Piaggio) fue designado oficialmente como secretario de bloque.
“Aprendí mucho del paso por el Consejo, a redactar un proyecto, a presentar una nota, todas las formalidades, también el manejo político interno. Esa experiencia me dio la tranquilidad para poder asumir ahora como concejal”, asegura. Y rescata algunas de las ordenanzas aprobadas, como la de eliminación de tasas municipales, la institucionalización de las Mesas de Trabajo Socio Comunitarias o la Tarjeta Igualar, que “le dio un marco importante de transparencia a algo que se venía haciendo”.
Lesik, como a la concejala Micaela Rodríguez, la viceintendenta Julieta Carrazza y el secretario de Desarrollo Humano Juan Ignacio Olano, entre varios otros, es una figura importante en el aporte radical al gobierno de Mauricio Davico, ideológicamente mucho más cercano al libertarismo pregonado por el presidente Javier Milei, que a las ideas de Raúl Alfonsín.

Durante el período 2019-2023 Lesik fue secretario del bloque opositor conformado por Pablo Echandi, Alejandra Leissa y Juan Ignacio Olano
También, hay que decirlo, practica la organicidad propia de los espacios políticos y evita no meterse en temas barrosos que generaron cortocircuitos internos, como han sido los relacionados con los Derechos Humanos (Museo de la Memoria; Salón de la Memoria; Marcha del 24 de Marzo). “Las decisiones del legislativo tratamos de argumentarlas a todas, después hay decisiones políticas que nos trascienden”, dice, como haciendo equilibrio entre las posiciones internas y sabiéndose parte de un armado en el que deben convivir radicales, peronistas, vecinalistas, libertarios y librepensadores.
“Lo que tengo claro es donde no quiero estar”, dice para hablar del kirchnerismo, al que entiende como “sinónimo de corrupción” y no tarda en traer a la charla los casi 800 contratos truchos de la legislatura entrerriana, el escándalo del ex senador Edgardo Kueider y la no aprobación de Ficha Limpia.
“Me preocupa la falta de horizontes profesionales y laborales, el hacinamiento y malas condiciones de vida en general”
Por otro lado, ya sobre el final de la entrevista, se refiere al futuro del comité que ahora conduce y apunta a “promover la participación ciudadana en la política, atendiendo al vecino, invitándolos a participar en clubes, comisiones vecinales y otras entidades”. Y a continuar las capacitaciones partidarias, en general, y a reforzar el trabajo con las juventudes: “hoy los jóvenes no tienen el nivel de satisfacción de hace algunos años, algo está fallando y la política no puede estar ajena. Me preocupa la falta de horizontes profesionales y laborales, el hacinamiento y malas condiciones de vida en general”.
Por último, sobre el próximo congreso partidario de la UCR, que aún no tiene fecha y en el que será congresal, apunta a que “marque el rumbo del radicalismo en las próximas elecciones legislativas, debemos definir posturas claras y el rumbo que debemos seguir en lo electoral”. El mismo estará fuertemente marcado por el apoyo o no a la alianza con La Libertad Avanza en la provincia. Lesik ya tiene una postura clara al respecto, pero, como buen radical, esperará el marco institucional para expresarla y defenderla.