MONTE AGRADABLE, LA BASE MILITAR EXTRANJERA EN SUELO ARGENTINO

MALVINAS

MONTE AGRADABLE, LA BASE MILITAR EXTRANJERA EN SUELO ARGENTINO

Una guía para entender la peligrosidad que encierra para Argentina y Suramérica la existencia de esta base militar internacional en suelo malvinero en contexto de la guerra Rusia-Ucrania, de una crisis financiera global, en el medio de una puja por profundizar el actual sistema, o ir a un nuevo orden mundial; analizados por Daysi Rendo Gadea y Gustavo Abu Arab

Texto: Gustavo Abu Arab

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Ilustración: Diego Abu Arab

El apoyo que recibe el Reino Unido de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN),alianza geopolítica estratégica a la cual pertenece, pone en riesgo la región del Atlántico Sur, debido a la disputa por el control del paso oceánico obligado a los hielos continentales y de los recursos naturales en la zona de las islas y la Antártida.

Esta realidad da sentido al reclamo para la abolición definitiva del colonialismo por parte de la República Argentina en Malvinas, usurpadas por los británicos en 1833, quienes, hace cuatro décadas, son renuentes a dialogar sobre la “disputa de soberanía”, como lo pidieron las Naciones Unidas en 1965.

Resulta urgente e imperativo impedir que las grandes potencias avancen en consolidar un poder global militar desde la Isla Soledad, en las Malvinas. Tomemos la información publicada por la agencia de noticias pro británica Mercopress, que opera desde Montevideo, Uruguay, sobre el complejo militar de Monte Agradable, ubicado en nuestras islas, confirmando que se trata de la base OTAN más importante del hemisferio sur, que crece sin pausa desde 1985.

Con más de 10 kilómetros cuadrados de extensión, en Monte Agradable están en marcha nuevas construcciones alrededor de la pista de aterrizaje, también junto al puerto que, a poca distancia, adquiere nuevas funciones operativas. Este desequilibrio armamentístico ya no es ni regional ni continental, sino que hablamos de un enclave colonial de importancia estratégica. La desmesurada presencia británica queda demostrada por la logística de largo alcance y un corredor aéreo diario como línea de transporte militar y civil con escalas en distintos países. Vuelos que se realizan desde Brize Norton, a 50 kilómetros al sur de Londres, la más grande de las 30 bases que posee la Real Fuerza Aérea Británica en el mundo.

Tráfico aéreo que se ha multiplicado desde que la mencionada estación aérea obtuvo la habilitación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).Esto significa que el Reino Unido tiene un aeropuerto internacional operativo en territorio usurpado.

Estos datos reafirman el crecimiento de las instalaciones en Monte Agradable y su dotación, que ya superaría la presencia y el tránsito de 5.000 hombres. Dependencias y guarniciones militares que se pueden observar a través de aplicaciones de uso público y sin restricción alguna.

El presupuesto militar en recursos y elementos, de miles de millones de libras esterlinas, es imposible que no haya pasado por el Parlamento de Gran Bretaña. No tenemos documentación probatoria, pero es obvio que este gasto bélico debió ser tratado y aprobado en forma secreta.

Las resoluciones de la ONU sobre el Atlántico Sur, aceptadas por todas las naciones ribereñas de América y África, establecen a las Islas Malvinas como zona de paz y libre de armas nucleares. Pero los nuevos sistemas de misiles para defensa y ataque de última generación instalados en las cercanías de la base suman otro aspecto amenazante. Así como la sospechosa aparición de construcciones “compatibles” con silos de lanzamiento y protección, que podrían tratarse de armas de destrucción masiva.

Hace dos años los británicos reemplazaron al sistema antiaéreo Rapier que utilizaron desde 1982, e instalaron el moderno sistema Sky Sabre, al que llaman herramientas para la defensa y protección de las islas, pero en la práctica el complejo Monte Agradable no es otra cosa que un enorme dispositivo de control militar aéreo, naval y terrestre.

DESDE 1985, LA BASE ILEGAL DE LOS INVASORES

El enclave Monte Agradable nos muestra su similitud con la historia de Gibraltar en el Atlántico Norte, colonia británica reclamada por el gobierno español. Desde el archipiélago británico históricamente se proyectaron líneas de comercio de largo alcance a través del poderío colonial de su imperio para obtener sus frutos en una economía donde lo importante es recibir, no intercambiar, los bienes y la producción

Allí está la explicación sobre los pasos interoceánicos como el acceso al mar interno europeo y los movimientos del resto de Asia con el océano Atlántico. Similar objetivo cumple la base de Monte Agradable en nuestro Atlántico Sur.

La potencia ocupante utiliza los apoyos de la OTAN y los Estados Unidos para mantener el status colonial ante los reiterados y continuos reclamos para la finalización del colonialismo. Un dato: de las 17 colonias existentes en todo el mundo, 14 son británicas.

A pesar del rechazo diplomático del gobierno argentino, los desplazamientos por aire, tierra y mar ejercen un monitoreo y control económico de los hidrocarburos, la pesca y el turismo. Así se viola la Resolución de la ONU N° 2.065 del año 1965, que Gran Bretaña no cumple y rechaza, negándose al diálogo diplomático entre ambos países.  

La última documentación desclasificada por Archivos Nacionales (sitio de publicación de datos ultra secretos con sede en Londres) da cuenta de que el ilegal gobierno de las islas británicas resolvió trasladar 31 armas sensibles por vía marítima durante el conflicto bélico en el Atlántico Sur. Sobrevuela así la posible existencia de armas nucleares.

Pero, en términos diplomáticos, Argentina nunca logró instalar una clara posición ni una retórica valida al respecto, que lograsen impedir estas decisiones unilaterales. Nuestro país debe implementar la toma de decisiones con absoluto consenso, apoyadas por oficialismo y oposición, cómo así lo indica el mandato constitucional de 1994 que, en su disposición transitoria primera, ratifica la legítima e imprescriptible soberanía en Malvinas.

El apoyo de las naciones que recibe la “Cuestión Malvinas” se ve afectado por la presión que ejerce la potencia ocupante sobre esos países como Chile, Brasil y Uruguay, con el paso de aviones, barcos, disposiciones económicas o convenios favorables a intereses británicos.  

Todo el Atlántico Sur representa un inmenso territorio con enormes recursos naturales y potencial que pertenecen al futuro del mundo. El continuo avance de las potencias debe generar acciones que tiendan a dar una solución diplomática definitiva y que rescaten nuestra soberanía en paz. Es la deuda más importante de la comunidad internacional que debe transformarse en garante del fin del colonialismo.

* Por Gustavo Abu Arab y Daysi Rendo Gadea, integrantes de la comisión Malvinas de APeRAAsociacion Periodistas de la RepuBlica Argentina.