¿Qué es el Kabbadi?: esa pregunta se la hacen mucho a Flor, cuando se enteran que en unas semanas parte a India a disputar el Mundial. Es un deporte en equipo, muy popular en el Sudeste Asiático, y uno de los grandes exponentes es, justamente, la selección de India.
“Se juega en una cancha rectangular dividida a la mitad, con siete jugadores de un lado y siete del otro. Consiste en rounds, que comienzan cuando un jugador (en ataque) pasa a la mitad de la cancha. Su objetivo es tocar a un jugador o más del equipo contrario y volver a su cancha. Por el otro lado, el objetivo de la defensa es retenerlo. Esto es alternado: primero pasa un equipo y después el otro. Si la persona es atrapada se va afuera y el equipo queda con 6 jugadores”, explica.
“Luego le toca al otro equipo: debe pasar a uno de sus integrantes frente a sus contrincantes y si lo atrapan su equipo quedará con seis jugadores y la persona que estaba afuera del otro bando ingresa a su cancha, y así sucesivamente. Gana el que tiene más puntos, es todo contacto físico: no se usan materiales, ni pelotas”, precisa la seleccionada.
– ¿Qué significa su nombre?
– Kabaddi significa canto. Antes, cuando se jugaba se tenía que decir continuamente el nombre, sin tomar aire, mientras se estaba jugando, lo que lo hacía muy difícil. Hoy en día se sacó esa modalidad, y se puede jugar sin decirlo, con un contador de segundos: cuando una persona pasa al otro lado de la cancha se cuentan 30 segundos para el ataque.
– ¿Y es parecido a algún deporte?
– Puede ser similar, por ejemplo, a una mancha. También se lo asocia al rugby, porque tiene mucho tackle, mucho roce físico. En cuanto a entrenamiento, el Kabaddi tiene muchas particularidades, porque en muchos deportes necesitas mucha flexibilidad, resistencia o fuerza. Sin embargo, acá necesitas todo junto: mucha resistencia para cuando vas al ataque (estás todo el tiempo haciendo piques, es algo de acción y reacción), mucha flexibilidad (si alguien se te cae arriba tenés que saber cómo moverte, para no dañarte) y fuerza (si te atrapan, tenés que buscar la forma de salir).

– ¿Y quiénes pueden jugar?
– Todo el mundo. Ahora en el equipo hay chicas de 19, 20, hasta de 40 años. Muchos profesores de educación física lo utilizan en la escuela para dar entradas en calor o como un juego al principio de la clase.
– ¿Cómo llegaste a jugar al Kabaddi?
– Lo conocí en Gualeguay, donde estudié educación física. Alrededor del 2018, un chico nos invitó a que participemos y fui a ver qué onda. A partir de ahí, empezamos a armar equipo en Gualeguay y trajimos un equipo a Gualeguaychú. Después empezamos a competir con gente de Buenos Aires.
– ¿Qué me podés contar del mundial?
– El Mundial se va a jugar en Rajgir, Bihar (India). Yo soy parte de la Selección Argentina, que se llaman “Las Yararás”, y viajamos el 23 de mayo para allá. Catorce países participan del Mundial Femenino, desde el 1 de junio hasta el 8. Somos el único país Sudamérica, el resto de los países son más cercanos al país anfitrión. Además, todos los gastos los cubre la India: pasajes, estadía, comida. Desde Argentina no recibimos nada de ayuda, ni siquiera para las camisetas, por eso estamos haciendo un sorteo de camisetas. Estaría bueno que seamos un poco más escuchados y que apoyen un poco, al menos para solventar algunos otros gastos, como los viajes: este sábado, por ejemplo, tengo que viajar a San Fernando. Al ser un deporte alternativo, nos dejan para lo último, pero te pones a pensar y estamos por viajar a un mundial.
– ¿Cómo entraste a la Selección?
– Hace 6 años atrás, íbamos a viajar a la India, pero por diversos factores una semana antes nos dijeron que no iba a ser posible. Nos pincharon ese sueño, teníamos hasta la valija hecha y el pasaporte listo, además del grupo conformado, tanto femenino y masculino. Incluso había hecho una venta de empanadas que mucha gente de la ciudad me ayudó. En este tiempo, seguí en contacto con Ricardo Acuña, el presidente de la Asociación Argentina de Kabaddi, porque el viaje frustrado quedó como una esperanza a que un día pase. Yo nunca perdí la esperanza, pero de a poco se empieza a debilitar ese sueño. Sin embargo, cuando él me comunicó sobre este mundial, fue lo mejor que me pasó. Esta vez, solamente es un equipo femenino: 7 jugadoras adentro del campo y 7 suplentes, coach, manager, y más dos personas más.

– ¿Cómo se conforma el equipo?
– Hay chicas de Buenos Aires, La Plata, de Mar del Plata y algunos alrededores, hay otras chicas de Trelew, Chubut, otra de Córdoba. Yo soy la única de Entre Ríos. Entrenamos en Buenos Aires, ya viajé dos veces.
– ¿Qué se siente representar al país en este mundial? ¿Qué objetivos o esperanzas tenés?
– Es una locura. De pensarlo se me eriza la piel. Imaginarme cantando el himno, es un montón. Como objetivos nos planteamos aprender más del deporte y que se conozca más en Argentina, porque, por ejemplo, acá en Gualeguaychú cuando hablo del Kabaddi me preguntan ‘¿qué es eso?’, siempre. En el mismo mundial tenemos la esperanza al menos de ganar algún partido, de traemos alguna victoria. Sabemos que es difícil, somos conscientes que no somos potencia. Obviamente, queremos que crezca el deporte en el país, pero va a llevar su tiempo.