Cierre de hecho
En el mes de noviembre de 2024, el sistema online de inscripción a las carreras para el año 2025 de la Facultad de Ciencias de la Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, no desplegó como opción de inscripción la sede de Gualeguaychú.
En simultáneo a esta negativa, decenas de jóvenes interesados en realizar la carrera Tecnicatura en Hotelería comenzaron a acercarse a las dependencias de la sede de la FCG de Gualeguaychú (Escuela Rawson) para presentar documentación, averiguar sobre detalles de la cursada y requerir información. Sus inscripciones no pudieron ser realizadas ni sus consultas respondidas porque nadie de la gestión de la institución habló con los docentes acerca de qué estaba pasando.
El temor al cierre de la sede ha aumentado en los últimos años, a partir de un paulatino y sostenido proceso de vaciamiento que implicó el recorte de horas y designaciones para tareas de bienestar estudiantil, extensión universitaria, administración, mantenimiento e, incluso, dictado de las clases de ingreso. Por años, las máximas autoridades de la Facultad no han visitado a la comunidad académica local, ni siquiera para acompañar a los graduados que año a año se reciben de técnicos/as en hotelería, sumándose a los graduados de la UADER y a los profesionales del sector turístico en Gualeguaychú.
Frente a la incógnita por el sistema de inscripciones, el conjunto de docentes elevó una nota a la Secretaría Académica de la Facultad, parte del equipo de gestión del decano Carlos Cuenca, pero la nota nunca fue respondida. Así es como, a días de tener que dar inicio al ingreso 2025, nadie sabe nada acerca del destino de esta carrera que por más de 20 años ofreció a los jóvenes de la ciudad y el departamento una oferta de educación superior de calidad con rápida salida laboral.
Frente al vaciamiento, la falta de acompañamiento y al desinterés de las autoridades, el dictado de la carrera se sostuvo con el esfuerzo ad honorem de los y las docentes que han realizado acciones de difusión, trabajado en convenios de prácticas profesionales con instituciones de renombre de la ciudad y promovido la participación de estudiantes y graduados en diversas actividades institucionales propuestas por el municipio y el Consejo Mixto de Turismo.
Son esos docentes, en soledad, quienes en los últimos días volvieron a enviar notas al decano de la FCG y a su Consejo Directivo, al rector de la UADER (Luciano Fillipuci) al Consejo Superior de la universidad, sin obtener respuesta. Todos esos docentes, graduados de las más importantes universidades del país, tienen designaciones sólo hasta el mes de febrero.
La tecnicatura en hotelería
La Tecnicatura en Hotelería, una carrera con amplia trayectoria en la ciudad, con más de dos décadas de continuidad. Fue una de las primeras carreras que ingresó a las opciones académicas de la UADER, cuando ésta fue creada en el 2001, durante el gobierno de Montiel, para reunir a los diversos institutos de educación superior y profesorados dependientes del Estado provincial.
Desde entonces, Hotelería siempre ha contribuido al crecimiento de la UADER y de la comunidad de Gualeguaychú, incluso siendo pare del complejo proceso de acreditación de la UADER frente a la CONEAU (el órgano nacional que evalúa el desempeño de las universidades públicas).
Año a año, la sede cuenta con egresados/as que integran el listado de profesionales aportados por la UADER a la provincia de Entre Ríos, graduados/as que tienen un amplio espectro de inserción laboral en una ciudad que desde hace décadas se esfuerza por consolidarse como destino turístico interno, romper la estacionalidad y mejorar los servicios que se ofrecen. De hecho, frente a la posibilidad de cierre, el Consejo Mixto de Turismo ha expresado su apoyo a la carrera y preocupación, en el reconocimiento de lo importante de tener una opción educativa directamente ligada a la profesionalización del sector.
Cabe destacar que la Universidad Autónoma de Entre Ríos en la ciudad es financiada por el conjunto del pueblo entrerriano, por lo que el cierre de esta propuesta en Gualeguaychú implicaría un retroceso enorme en materia de federalización educativa y un obstáculo para el acceso al derecho a la educación superior en y para el territorio, principios rectores de la identidad y el objetivo de la UADER desde su creación. Parece que el destino de la sede de FCG de Gualeguaychú será el mismo que el de otras sedes del interior de la provincia que fueron vaciadas y cerras.

Y esto se relaciona con otro dato no menor: más del 90% de los jóvenes que año a año se inscribe, cursan y se egresan, pertenecen a familias trabajadoras y son primera generación de profesionales. Jóvenes cuyos padres, máxime en este contexto, están impedidos de poder acompañar la educación superior de sus hijos e hijas fuera de la ciudad. En promedio, tener a un hijo e hija estudiando en Buenos Aires, La Plata o Rosario requiere una inversión de entre 800 mil a 1 millón de pesos por mes ¿Qué familias pueden enfrentar esa responsabilidad?
Todo opaco
“La disconformidad ante la opacidad, discrecionalidad y el carácter inconsulto de todo el proceso es contrario a los principios democráticos que caracterizan el funcionamiento de la universidad pública, según lo establecido por la propia Ley de Educación Superior N° 24.521. La comunidad académica no fue consultada, el Consejo Directivo de la FCG no se expidió al respecto y el diálogo con las autoridades ha sido extremadamente escaso”, expresan las notas presentadas a autoridades universitarias y locales elaboradas por los docentes de FCG de Gualeguaychú.
Tal es el estado de situación de las cosas, que a días de tener que comenzar a dictar las clases de ingreso no hay noticias acerca de qué pasará con la sede, no se sabe si se abrirá (o no) una nueva cohorte, no hay precisiones acerca de qué sucederá con las fechas de exámenes, tampoco si los estudiantes que ya están en segundo y tercer año podrán culminar su carrera y los docentes desconocen su futuro ya que sus designaciones caen en febrero.
La situación que atraviesa la sede de la UADER de Gualeguaychú da por tierra el mensaje que Frigerio ha querido mantener para diferenciarse de uno de los hechos políticos que más golpeó a la presidencia de Milei en su primer año de gestión: el recorte universitario. Cierto es que el presupuesto de la UADER, comparativamente, no fue tan castigado como el de las universidades nacionales. Sin embargo, el cierre de sedes en la provincia, y ahora en Gualeguaychú, habla de un proceso de concentración en Paraná que golpea las gestiones municipales, sobre todo las aliadas. No es menor señalar que tanto el rector de la UADER, Luciano Fillipuci, como el decano de la FCG, Carlos Cuenca, integraron los equipos técnicos de la campaña de Frigerio y que, de hecho, fuertes rumores en la Casa Gris hablan de que pronto integrarán las filas del funcionariado provincial.
Por su parte, miembros del equipo municipal han manifestado no estar al tanto del cierre de la sede de Gualeguaychú. Es decir que, a pesar de compartir signo político con las autoridades políticas y universitarias provinciales, el gobierno de Davico tampoco fue avisado sobre la decisión que le arrancaría a la ciudad una de las pocas carreras en la universidad pública que tienen los jóvenes gualeguaychuenses.
Tras los reclamos con clases públicas de los alumnos y profesores de la UNER en 2024, mirar para otro lado en cuanto a esta situación sería una “mancha” más en cuanto a las direcciones que se toman a nivel educativo superior en nuestro Municipio.
Ya veremos
La moneda está en el aire y no se sabe qué ocurrirá. Decenas de jóvenes que quisieron estudiar en nuestra ciudad para aportar al fortalecimiento, tan necesario, del sector turístico tuvieron que desistir por una decisión, no comunicada, camuflajeada de “error de sistema”.
Sin lugar a duda, el ámbito universitario local tiene que mejorar y crecer. De hecho, todo el sistema universitario está atravesado permanentemente por desafíos que obligan a repensar planes de estudios, contenidos y planificar nuevas estrategias de investigación y extensión. Está bien que así sea porque habla de un sistema que, financiado por el conjunto de la sociedad, debe repesarse para seguir aportando y para aportar soluciones. Allí están siempre docentes, graduados y estudiantes, dispuestos a poner mucho de sí, en defensa de la universidad pública, casi única garantía de movilidad social ascendente en un país y provincia que ha aumentado la desigualdad y la pobreza, sin parar, desde hace una década.