Los ecos
roncan silencios
muerden rencores.
Transitan
caminos transparentes;
Usan
velos traslucidos,
Recorren
curvas humeantes.
Se empecinan en certezas
que penden de lunas superfluas
y se esconden
en lágrimas sin ojos.
Ya no despertaran
con sonrisas de niños.
Solo supeditarán
sus excéntricas existencias
a las nuevas creencias adoptadas.