LOS INTENDENTES TAMBIÉN VAN PRESOS

PODER POLÍTICO Y ABUSOS

LOS INTENDENTES TAMBIÉN VAN PRESOS

La causa por la cual Ángel Fabián Constantino fue hallado culpable de abuso sexual contra tres mujeres está de nuevo en Gualeguaychú. El condenado cambió de estudio de abogados. Tras el rechazo del Superior Tribunal de Entre Ríos, su defensa elevó un recurso de queja a la Corte Suprema de Justicia. Además, pidió la domiciliaria. Ahora, será el juez Arturo Dumón quien deberá resolver si accede al pedido del ex intendente de Gilbert o si, como espera la querella, la cárcel efectiva es cuestión de horas.

Texto: Luciano Peralta

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Ilustración: Diego Abu Arab

Lo que pase en las próximas horas con el ex intendente de la pequeña localidad de Gilbert -departamento Gualeguaychú- puede marcar un precedente histórico en Entre Ríos: un intendente en funciones fue denunciado y condenado por abuso sexual. Ahora, resta saber si la condena la cumplirá en la cárcel, como el resto de los mortales, o gozará de algún tipo de privilegio, de esos a los que está acostumbrado el poder político.

ESA MAÑA DE ABUSAR

Muchas veces, la política es barro, traiciones y golpes bajos. A eso estamos más o menos acostumbrados. Pero, en consonancia con los últimos tiempos, en los que las víctimas cuentan con redes de contención para hablar de lo que sucede entre cuatro paredes, se han hecho públicas denuncias de abusos en la que los victimarios son reconocidas y poderosas figuras de la política criolla.

El caso del ex presidente caído en desgracias Alberto Fernández es el más paradigmático, pero no es el único. El tres veces gobernador y senador tucumano José Alperovich fue condenado a 16 años de cárcel por violar y abusar sexualmente de su sobrina segunda en varias oportunidades mientras ella era su secretaria. El intendente de La Matanza, Fernando Espinosa, está procesado por abuso y a un paso del juicio oral. Y, por su parte, Constantino aguarda, en la comodidad de su casa, la respuesta de la Justicia a los últimos recursos a la mano de su defensa.

Aunque la violencia de género no distingue de ideologías políticas, parejitos los representantes del Partido Justicialista (PJ). Todos, parte de una generación de dirigentes que se bien acostumbraron a la impunidad que brinda el poder. Desde la máxima autoridad política de un país hasta el intendente del pueblito más recóndito del interior de provincia. Pero, afortunadamente, algunas cosas cambian.

“Fueron como tres o cuatro veces que me manoseó, esa es la palabra. Fue en su oficina, en el Municipio. Él a mí me abusó con sus dedos, no es el caso de las otras chicas que fue violación, en el sentido que las penetró y demás. Todos los momentos que me hizo pasar fueron horribles, pero ese fue terrible. Yo me había tomado una licencia de 30 días y cuando volví fue que me pasó lo peor”, contó a este cronista María Luján Aguirre, la primera de las tres mujeres en denunciar a Constantino. Y en la misma nota, publicada en el diario El Argentino, detalló: “Anteriormente había habido tocamientos por arriba de la ropa, pero en esa última me agarró muy fuerte, había quedado toda marcada, tenía un golpe en la pierna porque me había golpeado con el escritorio… ese día estaba indispuesta, así que fue terriblemente peor. Creo que lo más íntimo que una mujer tiene son esos días. No puedo explicarte lo que fue eso”.

“Él a mí me abusó con sus dedos, no es el caso de las otras chicas que fue violación, en el sentido que las penetró y demás. Todos los momentos que me hizo pasar fueron horribles, pero ese fue terrible”

EL CAMINO DE LA JUSTiCIA

La causa por “Abuso sexual con acceso carnal en contexto de violencia laboral y de género”, por la que Constantino fue condenado transitó todas las instancias judiciales posibles en la provincia de Entre Ríos. Y son tres las sentencias que confirman su culpabilidad: Primeramente, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, conformado entonces (2023) por los jueces Arturo Dumón, Alicia Vivian (hoy, jubilada y remplazada por el juez Mariano Caprarulo) y Mauricio Derudi, condenó al exintendente pejotista a 14 años y 6 meses de prisión. En una segunda instancia, la Sala N°2 de la Cámara de Casación Penal de Concordia falló igual que el primer tribunal. Y, en la tercera y última instancia provincial, fue la Sala Penal N°1 del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (la Corte Suprema provincial) la que ratificó el fallo.

El pasado 27 de agosto, además, el Superior Tribunal de Justicia rechazó el pedido de recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, interpuesto por sus abogados. Este recurso tiene por objeto controlar que las decisiones que se toman en la justicia provincial no contravengan la Constitución Nacional. Los jueces del STJER no advirtieron ninguna violación en este sentido, por lo que lo rechazaron. Lo que dejó a Constantino a un paso de la cárcel efectiva.

“Pero, días pasados, su nuevo estudio de abogados, el Estudio Ostoloza, el mismo que representó a Nair Galarza en su momento, se jugó la última bala”

Pero, días pasados, su nuevo estudio de abogados, el Estudio Ostoloza, el mismo que representó a Nair Galarza en su momento, se jugó la última bala y, por un lado, elevó un recurso de queja a la Corte Suprema y, por otro, presentó un escrito en Gualeguaychú pidiendo que la condena no se lleve a cabo en un establecimiento carcelario hasta que la Corte no resuelva la queja (lo que puede tardar años). “Pero ese recurso no suspende el cumplimiento de la condena”, expresó, en diálogo con La Mala, el abogado querellante Juan Ignacio Weimberg. Quien fue notificado por el juez Arturo Domón de que el expediente estaba en Gualeguaychú y para que, en el plazo de tres días, manifieste su posición ante el pedido de cárcel domiciliaria de la defensa. Esos tres días se cumplieron este viernes 13 de septiembre y el pedido de Weimberg, que representa a las tres denunciantes, fue de condena efectiva y que el condenado sea trasladado a un establecimiento carcelario.

La suerte de Constantino está echada, la semana próxima debería haber novedades.