“Si de soberanía sobre las Malvinas se trata, nosotros dejamos en claro que el voto más importante de todos es el que se hace por los pies y anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros. Por eso buscamos ser una potencia, a punto tal que ellos prefieran ser argentinos, que no haga falta usar la disuasión o el convencimiento para lograrlo”. Esta fue la declaración de Javier Milei con motivo del pasado 2 de abril, en un acto en la Plaza San Martín, de Retiro, Buenos Aires.
Ante ella, como es lógico, las críticas comenzaron a surgir de múltiples ámbitos, pero las que más resonaron fueron las de las personas que se jugaron la vida en las islas. Lo que sigue es el testimonio de Jorge Eduardo Podestá, veterano de la Guerra de Malvinas.
-Para empezar, Jorge, ¿qué rol cumpliste en Malvinas?
– Soy soldado conscripto veterano de guerra de Malvinas, ingeniero civil recibido en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y diplomado en Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Redappe (Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior). A Malvinas fui con la Batería de tiro «B» Independencia del GADA 101, heredera de aquella que juró lealtad a la bandera por primera vez a las orillas del Río Paraná frente al General Belgrano.

– ¿Qué emociones y reflexiones suscitó en vos la declaración del presidente Milei el último 2 de abril?
-Me indignó, me pareció un espanto lo que dijo. Siempre hay algo bueno, y es que salvo para Milei y un grupo de cuatro o cinco seguidores no más, el resto de los argentinos saben que para los pobladores de nuestras Islas Malvinas no rige el principio de autodeterminación de los pueblos porque conforman una población implantada. En todo el país, el 2 de abril se conmemora el Día de las Veteranas, los Veteranos y los Caídos en la Guerra de Malvinas, y muchos centros y agrupaciones de veteranos organizan vigilias y se juntan en plazas y ciudades. Por otro lado, duele pensar que los que año tras año se juntaban en la Plaza San Martin no lo pudieron hacer para conmemorar el 43 aniversario: encontraron la plaza vallada y ocupada por quien sabe a qué intereses. Pero Milei va a pasar, sus dichos, su profundo amor a Margaret Thatcher, permitirle salir al balcón de la Casa Rosada a un ex primer ministro británico y todas esas ofensas quedarán en el olvido cuando se vote con el corazón y con la celeste y blanca. El Pueblo no olvida
“Para los pobladores de nuestras Islas Malvinas no rige el principio de autodeterminación de los pueblos porque conforman una población implantada”
– El gobierno nacional muestra, por un lado, una reivindicación de las FFAA y, por otro, una política exterior muy criticable en la defensa de los derechos soberanos del país sobre Malvinas ¿Cómo se vive esta dualidad?
– En la puesta en escena que hizo el funcionario de la Dirección Gesta de Malvinas del Senado estaban presentes al menos dos criminales de lesa humanidad condenados por la Justicia, los señores Losito y Brum. Para mí no son héroes de Malvinas, son criminales de lesa humanidad. Sobre estas dos personas, entiendo que es el Ejército Argentino el que tiene que dar explicaciones, visibilizar y condenar a quienes cometieron crímenes aberrantes, de esta manera se podrá cerrar una página oscura de nuestra historia y los más de 30.000 desaparecidos podrán descansar en paz. Solo con Memoria, Verdad y Justicia tendremos el Ejército que queremos, que es el de San Martin, Belgrano, Mosconi y Savio.

– ¿Qué le dirías a las generaciones que no vivieron la guerra?
-Estoy convencido que más temprano que tarde volverá a flamear la bandera argentina en las Islas Malvinas, en el siglo pasado con las armas y con el Servicio Militar que nos hacía «hombres», no nos fue tan bien. Los de la Batería B Independencia, que en Malvinas protegimos el corredor aéreo hacia el aeropuerto (se mantuvo operativo hasta el final del conflicto), apoyamos el repliegue del Regimiento 7 y evitamos el desembarco de los Comandos SAS /SBS en la península de Camber, estamos seguros que el General Manuel Belgrano aprobó con orgullo nuestra valentía. Pero la acción bélica encabezada por la dictadura cívico militar produjo un retroceso en la recuperación de nuestro territorio. Hoy, en el siglo XXI, y de acuerdo a lo que nos indica nuestra Constitución Nacional en su disposición transitoria primera, las herramientas que tenemos para recuperarlas son las que nos proporciona el Derecho Internacional. En este sentido, yo creo que, con la educación superior pública, no arancelada y de calidad, y el acceso por parte de las nuevas generaciones a la universidad, vamos a dar la batalla en todos los foros internacionales y pronto veremos sus frutos.
– ¿Cuál sería para vos la política externa y la política interna óptima para Malvinas?
– En cuanto a la política exterior, fortalecer los bloques regionales Celac y Unasur, y pensar Malvinas como una causa global Latinoamericana. Y establecer el Atlántico Sur como una zona de paz, libre de armamentos nucleares. En lo referente a nuestra política interna tenemos que pensar que Malvinas no está aislada, es un todo (Malvinas, Antártida y el Atlántico Sur). Tenemos que promover el uso del mapa bicontinental. Argentina es un país bicontinental. Reconocer cuales son los límites geográficos de nuestro país (desde la Quiaca al Polo Sur, desde la cordillera hasta el fin de nuestra plataforma continental en el mar); promover políticas como «Pampa Azul», que hacen al desarrollo de nuestro mar. En cuanto a defensa, equipar a nuestras FFAA para un efectivo control de nuestras fronteras. Y, siguiendo el punto anterior, equipar y poner al alcance de las nuevas generaciones nuestras Universidades Nacionales.
“Salvo las empresas estatales que incorporaron a muchos veteranos de Malvinas, si querías acceder a una empresa privada tenías que esconder tu condición de ex combatiente”

– Como veterano, ¿cuál ha sido el mayor reconocimiento que has vivido y cuál ha sido el momento más doloroso o injusto?
– El mayor reconocimiento que tuve fue en el año 2022, cuando en Mar del Plata fui abanderado en los Juegos Universitarios Tecnológicos ante las delegaciones de todas las Facultades Regionales que forman la UTN, junto chicas y chicos que hablaban de futuro. La Universidad Tecnológica Nacional fue la que me abrazó a mi vuelta de Malvinas y me guio en mi desarrollo personal. Los peores momentos fueron los tiempos que estuvimos silenciados, cunado decir que éramos ex combatientes era sinónimo de «loquitos de la guerra» y no podíamos acceder a los trabajos. Salvo las empresas estatales que incorporaron a muchos veteranos de Malvinas, si querías acceder a una empresa privada tenías que esconder tu condición de ex combatiente. Muchos tuvieron que recurrir a vender calcos de Malvinas en los trenes. En el 2007, pasados 25 años de la guerra, el presidente Néstor Kirchner triplicó nuestras pensiones, las dignificó y nos dio la palabra que teníamos pérdida.
– ¿Cómo te gustaría que te recuerden y que recuerden a todos los veteranos?
– Me gustaría que nos recuerden como una muchachada alegre y dispuesta que pusimos nuestra vida al servicio de la Patria, que seguimos malvinizando, porque, como dicen nuestras Madres, La única lucha que se pierde es la que se abandona.